Nuestra cultura – Tejo la Embajada

Habían pasado cuatro años desde que sacaron a la luz sus primeras botellas, ya las vendían en más de 50 sitios (entre bares y restaurantes). Habían ido a contracorriente.

Además, está la Mandaripa, con cáscaras de mandarina en su receta

El tejo estaba en la vida de Lozano desde antes. En uno conoció a su socio en la empresa y a su prometida. Así que cuando llegó la hora de tener una sede abierta al público pensó en él. “La taberna colombiana por excelencia era el tejo”, dice.

No le pusieron el nombre de la cervecería –lo que también iba contra la lógica–: “Que se llame La Embajada es importante, porque queríamos ser embajadores del patrimonio cultural colombiano, potencializadores de este estilo de celebración. Además, para nosotros, el tejo es más grande y merecía su propio nombre”.

Fragmento tomado de El Tiempo. La cervecería que en vez de abrir un ‘pub’ le apostó al tejo.

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